вторник, 25 октомври 2011 г.

HOT POT

11 de octubre 2011



Hace mucho que quería hacer este plato. Se come mucho en China y Taiwán. Me encanta la libertad que tiene cada uno para hacer no solamente su propio plato, pero también el orden e incluso el sabor de cada bocado. 
"Hot pot" significa literalmente olla caliente.  Es una comida para el invierno, pero se puede consumir en el verano también. Si tienes fiebre, si sientes frío, si te siente desanimado, es una comida que te calentará tanto por dentro como por fuera. La frescura de las verduras es imprescindible.  Consiste en poner una olla con caldo de verduras hirviendo en el medio de la mesa. El resto de los alimentos se sirve en crudo. Pueden ser setas, col, espinacas, carne de buey o de vaca, pollo, pescado, marisco… Cualquier cosa.

La nevera esta casi vacía. Es el resultado de la mala situación últimamente. El otro día compré un trocito de unos 350 g de vacuno. Un buen trozo, con hilitos de grasita por medio.
Y como tenía este precioso trozo de vacuno, decidí marinar lo el día anterior y hacer un "hot pot" de verduras y carne.
Lo corté en filetes muy finos, finísimos, de 2-3 mm de grosor. Luego aplaste cada uno con el plano de cuchillo. Así se convirtieron en unas láminas casi transparentes de carne.
Lo que quería era marinarlas. ¿Pero con qué?

La marinada
Como es un plato asiático, la salsa de soja es imprescindible. Pimienta, para calentar el alma, un poquito de licor de nueces (era dulce y de sabor fuerte, calienta aun más). Tenía una mezcla de especias "Five spices" que los chinos utilizan mucho para cualquier plato. Puse un poquito, para no tapar mucho el sabor dela carne. Para último, limón, mucho limón.  Lo dejé en la nevera hasta el día siguiente.
A mí me encante el sabor de la carne cruda. Me da un poco de asco, porqué me pongo des controlablemente carnívorosa. Intento controlarme. ¡Pero me encanta!
Se puede comer tal como es, pero es mucho mejor pasarlo por el caldo hirviente por unos poco segundos.
Todo lo que compré hoy era un repollo y unas setas (No me permito gastar más de 10 € al día). La carne costaba menos de 2 €. Así que me pude permitir algo de frutas: uvas y ciruelas (a mí y a mi hijo nos encantan).
Media hora antes de sentar a la mesa, me puse a preparar los fideos.
Un huevo (se puede sustituir por agua, pero salen más ricos)
Un poco de agua (depende de la cantidad que queréis hacer)
Sal, una cucharadita de curry ( esto lo puse porque necesitaba comida muy caliente)
Un poco de aceite
Harina, mucho harina, para que la masa sea firme y no se pegue a la hora de cortarla.
Mezclar bien, amasar para conseguir una masa elástica.  Deja que repose, mi abuela decía, "que descanse". Que es una buena expresión, porque cuando la masa está descansada, se deja trabajar mucho más fácil, igual que las personas.
Yo tengo maquinita para estirar la masa pero se puede hacer a mano, que es mucho más emocionante. Hoy me aprieta el tiempo y lo voy a hacer con la máquina. Estirar sólo hasta la posición 2. No más. Así quedan unos fideos redondos cuando se cortan. En seguida se ponen en abundante agua hirviendo. Así no se pegan. Remuevo rápidamente y los dejo cocer no mas de 3 minutos. Luego rápidamente se escurren y se les corta la cocción echando agua fría. De este modo se lava el gluten y no se van a pegar. Para asegurarse se echa un poquito de aceite. Así los fideos pueden aguantar en la nevera mucho tiempo.
Luego cuando se ponen en el caldo hirviente, se van a calentar en seguida y el caldo se va a enfriar un poco.
 
Cada uno hacía su propia ración de la manera que él mismo quería. A mí por ejemplo me gusta la sopa al final. Me gusta añadir mas picante, perejil picado, cebollino o cebolleta, más salsa de soja y ajo picado. Aquí se puede improvisar si fin. .
En la bandeja de verduras había setas, pimiento rojo, pimiento verde, zanahorias, col.
El caldo lo preparé con un poco de salsa de soja, vino blanco, un cubito de caldo, cebolla, ajo, jengibre picado, el corazón del col, las malas partes de las setas, en general lo que tenía en la nevera. Lo importante es que tenga mucho sabor. Yo quería un caldo cargado, porque necesitaba algo caliente y con mucho carácter que iba a pegar bien con el vacuno. La salsa de soja en el caldo refuerza mucho el sabor. Y si quieres calentarlo aun más, ponle pimienta.
En la mesa puse un fuego portátil y mientras estaba hirviendo el caldo, cada uno ponía dentro con los palillos sus trocitos de carne por unos pocos segundos. Un cazo puede ayudar a no perder los trocitos en la olla. En su cuenco cada uno pone el caldo, los fideos y la carne recién cocida. Las verduras cada uno pone cuanto y cuando quiere. Las setas se dejan cocer no más que 2 minutos, la zanahoria entre 3 y 5 minutos, los pimientos 2 minutos. Pero todos los tiempos son aproximados. Es lo que tiene el "hot pot", plena libertad de cada uno en la mesa.
Lo divertido es que la olla está hirviendo en la mesa y cada uno prepara su propia comida y salsa. Una manera de comer muy democrática. 
El resultado: con pocos recursos y mucho sabor se pueden alimentar muchas personas, que además se lo pasan bien descubriendo con cada bocado la diversidad que tiene la comida.
Terminamos con un montón de verduras en crudo que se quedaron para preparar algo otro día. Pero como son en crudo, no pasa nada. En un papel film y en la nevera conservan todo su sabor y aroma.
El caldo junto con las verduras cocidas en él, va a servir para la sopa de mañana. Sólo hay que pasar todo por el pasador o la trituradora.